Vivir con Esclerosis Múltiple (EM) ha sido un viaje lleno de desafíos, pérdidas y momentos de resiliencia. En esta publicación, compartiré mi historia personal: cómo ha progresado mi EM a lo largo de los años, los obstáculos que he enfrentado y los recientes destellos de esperanza que he experimentado desde que comencé la dieta carnívora. Ya sea que estés navegando un camino similar o simplemente tengas curiosidad por la vida con EM, te invito a unirte a mí mientras reflexiono sobre mi viaje y los sorprendentes cambios que he visto. Vamos a profundizar. 🌟
Entendiendo Mi Viaje con la EM
Mi viaje con la EM comenzó en febrero de 2005, cuando fui diagnosticado tras experimentar neuritis óptica. En ese momento, mi EM fue clasificada como recurrente-remitente, pero pronto se hizo evidente que mi progresión era más agresiva en comparación con otros, incluida mi madre, que también tiene EM.
En los primeros ocho años, soporté numerosas recaídas: visión doble, entumecimiento, hormigueo en mis extremidades, problemas de vejiga y problemas de equilibrio. A pesar de estos síntomas, me mantuve móvil e incluso logré viajar, como caminar por la Gran Muralla China para recaudar fondos para la EM. Sin embargo, con el paso del tiempo, mi caminar se volvió más lento, la fatiga se agravó y mi independencia comenzó a desvanecerse. Estos primeros años me enseñaron una cosa: la EM es impredecible y las pérdidas pueden resultar abrumadoras.
Maternidad en medio de la EM
Convertirse en madre fue un sueño hecho realidad, pero trajo consigo una realidad agridulce. Mi embarazo fue un rayo de luz; no experimenté ninguna recaída de EM durante esos nueve meses. Sin embargo, después del nacimiento de mi hijo, la progresión de mi EM se hizo más evidente. Mi equilibrio se deterioró y empecé a depender del carrito de mi hijo para mantener la estabilidad, lo que eventualmente me llevó a usar un scooter de movilidad para distancias más largas.
Tareas simples como atarse los zapatos o abotonarse las camisas se volvieron imposibles. La fatiga y la depresión a menudo opacaban la alegría de la maternidad. Este fue uno de los períodos más difíciles de mi vida: lamentando la pérdida de independencia mientras intentaba ser la mejor mamá que podía para mi hijo. Como familia, nos adaptamos añadiendo barras de apoyo en casa, buscando ayuda de cuidadores y aprendiendo a navegar por la vida con estos nuevos desafíos.
Alcanzando Un Punto De Quiebre
Para agosto de 2019, mi condición estaba en su peor momento. Los problemas de vejiga e intestinos se agravaron, y me encontré dependiendo de cuidadores para tareas básicas como ducharme y usar el baño. La espasticidad y los espasmos dolorosos en mis piernas se volvieron severos, y desarrollé escoliosis por estar sentado todo el día con los músculos del núcleo debilitados. Incluso movimientos como girar en la cama se volvieron difíciles sin ayuda. Mi movilidad se había deteriorado hasta el punto en que ya no podía caminar, ni siquiera con un andador.
Físicamente y emocionalmente agotado, sabía que algo tenía que cambiar. Esto me llevó a descubrir la dieta carnívora, un ajuste de estilo de vida drástico del que muchos otros habían informado éxito para manejar enfermedades crónicas como la esclerosis múltiple. Aunque era escéptico, decidí lanzarme, impulsado por la esperanza de recuperar algo de control sobre mi salud.
Primeros Logros en la Dieta Carnívora
Han pasado seis meses desde que comencé la dieta carnívora, y aunque todavía es temprano, ya he notado mejoras significativas:
- Niebla Mental: Uno de los primeros cambios que experimenté fue la claridad mental. Me siento más agudo, más enfocado y emocionado por interactuar nuevamente con la familia y los amigos. Las conversaciones fluyen con facilidad y ya no estoy luchando contra la confusión o el olvido.
- Niveles de energía: Mis mañanas son ahora más productivas, y aunque todavía necesito una siesta por la tarde, tengo la esperanza de que esto siga mejorando.
- Función de la vejiga: He visto una mejora significativa aquí: ahora me despierto solo una vez durante la noche y puedo aguantar unas horas durante el día. Aunque la urgencia sigue siendo un desafío, necesitar menos apoyo en este aspecto de mi vida ha sido liberador.
Estos cambios pueden parecer pequeños para algunos, pero para alguien que vive con una condición progresiva como la esclerosis múltiple, son monumentales. Me han dado nueva esperanza y motivación para seguir adelante.
Desafíos y Metas por Delante
Por supuesto, ningún viaje está libre de desafíos. He experimentado cierta pérdida de peso en la dieta carnívora, lo cual no es ideal dado el tiempo que paso sentado. También he tenido problemas intestinales, y planeo explorar este tema con más detalle en una publicación futura. A pesar de estos contratiempos, estoy comprometido a mantenerme en el camino y a monitorear mi progreso de cerca.
Mirando hacia adelante, mi objetivo principal es mejorar mi alineación de caderas y recuperar la capacidad de caminar de manera segura en casa utilizando un andador. También me inspiran otros en la comunidad de EM que han visto resultados increíbles después de unos años con esta dieta. Sus historias me recuerdan que la sanación es un viaje, y cada pequeño paso adelante cuenta.
Un Viaje de Resiliencia y Esperanza
Vivir con EM me ha enseñado la importancia de la resiliencia, la adaptabilidad y de celebrar incluso las victorias más pequeñas. La dieta carnívora me ha dado un renovado sentido de esperanza, y estoy emocionado/a de ver lo que el futuro depara a medida que continúo este viaje. Si estás enfrentando la EM o considerando cambios dietéticos para tu salud, debes saber que no estás solo/a. Juntos, podemos explorar lo que es posible y apoyarnos mutuamente en el camino.